jueves, 5 de marzo de 2015

Gustavo Adolfo Bécquer 
(1836/02/17 - 1870/12/22)

Gustavo Adolfo Bécquer
Poeta español.
Nació el 17 de febrero de 1836 en Sevilla
Descendiente de nobles holandeses afincados en esa ciudad en el siglo XVI. Hijo de un célebre pintor del costumbrismo sevillano y hermano de otro, Valeriano. Bécquer era el segundo apellido de su padre. Estudió en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar la carrera náutica en el colegio de San Telmo. 
En 1854 después de quedarse huérfano se traslada a Madrid. Intentó dedicarse a la pintura y estuvo sirviendo de escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero fue motivo de que fuera cesado al ser sorprendido por el Director haciendo dibujos de escenas de Shakespeare
Decide dedicarse a la literatura y sufre la pobreza mientras colabora en periódicos de poca categoría. Posteriormente entra en "El Contemporáneo" donde publicó crónicas sociales, algunas de sus Leyendas y los ensayos costumbristas Cartas desde mi celda que reúne nueve cartas escritas para el periódico El Contemporáneo publicadas entre mayo y octubre de 1864. En ese mismo año  consiguió un cargo muy bien pagado, censor oficial de novelas. Hacia 1867 escribió sus famosas Rimas y la Revolución de 1868 hizo que se perdiera el manuscrito y el poeta tuvo que preparar otro.
La poesía becqueriana transmite entusiasmo y emoción con un estilo sencillo que da cabida a sentimientos de desesperanza.
Tuvo tres hijos y se separó de su mujer en 1868. 
Gustavo Adolfo Bécquer falleció el 22 de diciembre de 1870 a causa de tuberculosis agravada por una profunda depresión
     Destacan entre sus obras: Rimas, Cartas desde mi celda,      Libro de los gorriones… así como sus Leyendas y obras        de teatro.

Autor: Marcos Pantoja Rafael.

Gustavo Adolfo Becquer era un enamorado de nuestra ciudad, y estuvo viviendo en ella junto a su hermano Valeriano en varias ocasiones.
Son muchos los puntos de la ciudad los que homenajean a este ilustre poeta. 
En la puerta de acceso al barrio de la judería en la calle del Ángel podemos encontrar una placa conmemorativa con estas palabras que Bécquer dedicó a Toledo.

 
“En nombre de los poetas y de los artistas, 
en nombre de los que sueñan y de los que estudian, 
se prohíbe a la civilización que toque a uno solo de estos ladrillos con su mano demoledora y prosaica”.


Podemos encontrar otra placa conmemorativa, junto al convento de Santo Domingo el Real, muy popular en los últimos años, pues es el lugar elegido por un grupo de jóvenes para homenajear al autor, dejando ramos de rosas o realizando unas preciosas golondrinas de cartulina, como las las de su famoso poema.



Federico Pérez Alonso.

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