EL EXPOLIO
El
Expolio es un cuadro pintado por El Greco (Domenikos
Theotokopoulos, 1541-1614) para la Sacristía de la Catedral de Toledo. Es un Óleo sobre lienzo y mide 285 centímetros de alto y 173 cm de
ancho, fue realizado entre los años 1577 y 1579y se conserva todavía
en la Sacristía de la Catedral de Toledo, España. En 2013 fue restaurado en los talleres del Museo del Prado, quedando expuesto en la pinacoteca
madrileña hasta su devolución a la Catedral de Toledo, que tuvo lugar en
Febrero de 2014, a tiempo para la celebración del cuarto centenario del
fallecimiento del artista.
Su historia
El cabildo de la catedral
de Toledo debió de encargar al Greco la realización del Expolio el
2 de julio de 1576 pues existe un documento que en esa fecha recibió 400 reales
de adelanto a cuenta del cuadro. Se trata del primer documento que
acredita la presencia del pintor en Toledo. Se trata de los primeros
trabajos en Toledo, junto a las pinturas del retablo de Santo Domingo el
Antiguo, recién llegado de Italia.
El
cuadro situado en la Sacristía de la catedral de Toledo.
El motivo del cuadro
encargado por el cabildo, El Expolio, es el momento inicial de
la Pasión en el que Jesús es despojado de sus ropas.
El
pintor se inspiró en un texto de san Buenaventura y la composición que ideó no
satisfizo al cabildo. En la parte inferior izquierda colocó a la Virgen, María
Magdalena y María Cleofás, mientras que en la parte
superior por encima de la cabeza de Cristo situó a gran parte del grupo que lo
escoltaba. Las tres Marías no constan en los evangelios canónicos como
presentes en ese momento ni tampoco en el evangelio apócrifo de Nicodemo, el
único que relata el Expolio. En cuanto al realce jerárquico de los acompañantes
por encima de Cristo, el Greco se inspiró en iconografías antiguas bizantinas
como el prendimiento de Cristo o el beso de Judas, donde es habitual en esos
iconos que la muchedumbre rodee a Jesús por la parte superior. El cabildo no
aceptó esta composición, consideró que eran impropiedades que oscurecían
la historia y desvalorizaban a Cristo
Este fue el motivo
del primer pleito que el pintor tuvo en España, después vendrían otros que se
sucedieron a lo largo de su vida por desavenencias sobre los cuadros con sus
clientes. El 14 de septiembre de 1579 reclamó el pago del cuadro alegando que
era extranjero y no disponía de bienes en Toledo. El cuadro no acabó de pagarse
hasta el 8 de diciembre de 1581. En el pleito los tasadores nombrados por el
Greco, Baltasar de Castro, pintor, y Martínez de Castañeda, escultor,
manifestaron sobre el lienzo que la estimación es tan grande que no
tiene precio... pero que atendiendo a la miseria de los tiempos... se puede
pagar 900 ducados. La cantidad solicitada era desmesurada, pero los
tasadores representantes del cabildo presentaron una valoración muy baja,
ofreciendo solamente 228 ducados, alegando las incorrecciones de las cabezas
sobrepasando la de Cristo y las tres Marías que no se mencionan en los
Evangelios. La falta de acuerdo llevó a convocar un árbitro decisorio, que
manifestó que el cuadro era uno de los mejores que había visto y lo valoró en
318 ducados. Sobre los problemas iconográficos dijo estar poco preparado para
solventarlos y delegó en la autoridad eclesiástica. El pintor acabó recibiendo
como pago 350 ducados pero no tuvo que cambiar las figuras que habían generado
el conflicto.
Parece ser que
durante el pleito, El Greco estaba dispuesto a prescindir de las tres Marías,
pero finalmente pudieron ser mantenidas, favoreciendo la estética de la
composición pues subrayan el movimiento ascensional del cuadro.
La fama que le
proporcionó este cuadro y los de Santo Domingo el Antiguo le llevaron a
establecerse definitivamente en Toledo.
Autor: Jaime Fernández Rodríguez..
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