jueves, 16 de abril de 2015

SAN ROMÁN

MUSEO DE LOS CONCILIOS Y DE LA CULTURA VISIGODA C/ San Román, s/n

La iglesia de San Román es una de la iglesias que mejor conservan el estilo mudéjar en su torre, arquerías de herradura y tribuna. En sus pinturas románicas al fresco, espontáneas y coloristas, contemplamos saliendo de sus tumbas a los distintos personajes de la sociedad toledana medieval para asistir al Juicio Final.

Situada en uno de los lugares más altos de la ciudad, se tienen noticias de la parroquia en el siglo XII. La documentación señala que en ella se coronó rey a Alfonso VIII de Castilla el 26 de agosto de 1166 y la iglesia, nuevamente remodelada y ampliada, sería consagrada en 1221 por el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada, el mismo que pocos años después bendeciría la primera piedra de la Catedral gótica, trazada en un estilo internacional: el gótico francés, importado desde Francia por el maestro francés Martín.  

La iglesia presenta planta con tres naves, separadas por arcos de herradura que para evitar la sobrecarga del muro superior, contienen una galería de arcos abiertos o falsa tribuna, repitiendo el esquema de las iglesias románicas de peregrinación del Camino de Santiago. Los arcos se apoyan en pilares de ladrillo con columnas adosadas cuyos fustes y capiteles proceden del mundo visigodo y romano.

A esta consagración del siglo XIII corresponden las preciosas pinturas al fresco que decoran parte de sus muros y que fueron descubiertas bajo una capa de cal blanca en el primer tercio del siglo XX, en un estilo gótico primero con resto de detalles románicos en las franjas decorativas, con figuras geométricas, esquemáticas de forma frontal, trazadas en tonos ocres y pardos en un mismo color.  Los cuatro evangelistas con su forma de animal en sus escritorios, la llamada de los ángeles trompeteros al juicio a toda la sociedad toledana que sale de sus tumbas, el peso de las almas y la aclamación de los veinticuatro ancianos del Apocalipsis en sus tronos en el Paraíso, son algunas de las escenas representadas.
         
                                           En el Renacimiento, Alonso de Covarrubias reformó la cabecera con una cúpula que reproduce el esquema del Panteón romano. La familia de los Niño de Guevara encargó el retablo de ésta su capilla funeraria familiar.




En 1971 fue inaugurando el “Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda”, con elementos decorativos, restos de antiguas basílicas: dinteles, capiteles, columnas, pilas, pequeños altares, y nichos con la cruz de la que cuelgan el alfa y la omega, un fragmento del credo visigodo encontrado en la Vega Baja, así como la reproducción de algunas de las coronas votivas pertenecientes a los reyes visigodos cuyas originales fueron escondidas en la finca de Guarrazar, cerca del pueblo de Guadamur, y encontradas en 1859.



INFORMACIÓN para el VISITANTE

Acceso
Lunes: Cerrado. De martes a sábado: de 10:00 h. a 14:30 h. y de 16:00 h. a 18:30 h. Domingos: de 10:00 h. a 14:30 h.
Tarifa
Entrada general: 1€

Entrada gratuita: miércoles y sábados tarde de 16:00 h. a 18:30 h. Domingos de 10:00 h. a 14:30 h.

Redactor: Esteban García del Pino Gordillo

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