miércoles, 15 de abril de 2015

LEYENDA  DE  LA  CAVA


La Cava, era el sobrenombre con el que se conocía a Florinda, hija del gobernador de Ceuta, el conde don Julian, que vivía en Toledo invitada por el rey don Rodrigo. Esta  bella mujer se bañaba todos los días, al caer la tarde, cuando el calor del verano toledano hace casi irrespirable el aire, en el al paraje que hoy se halla a los pies del Puente San Martín, donde las aguas se remansan y las orillas se cubren de verdor.

Desde  su palacio-alcázar, junto a San Juan de los Reyes, Don Rodrigo contemplaba a la joven, mientras ardía de deseo por la bella muchacha. Tras varias tentativas, Florinda,   accedió a los deseos de don Rodrigo.
La felicidad embargaba a los enamorados, ajenos a las consecuencias y sufrimientos que Dios les tenía reservado. Alguien comunicó al conde don Julián la deshonra de su hija a manos del monarca godo. El gobernador de Ceuta montó en cólera y decidió vengarse ¿Como ? permitiendo la invasión musulmana de la península.
Don Rodrigo fue derrotado en Guadalete y su ejercito destruido.

La leyenda cuenta , que don Rodrigo murió haciendo penitencia y la Cava, volvió a Toledo loca de dolor y vergüenza. Años más tarde, se corrió la voz por la ciudad que en el lugar se aparecía una mujer enajenada. Un atardecer, la mujer subió al torreón y desde allí se precipitó a las aguas oscuras y profundas. Desde entonces, cuando el sol desaparece por el horizonte, aparece en el torreón una figura femenina que llena de melancolía vuelve su mirada al palacio de don Rodrigo.   

Redactora: Carmen Pedraz Cogolludo.

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